10 consejos de aprendizaje colaborativo para transformar, cabezas, sueños, deseos…vidas
Si comprendemos que la educación es lograr que las personas desarrollen saberes, necesitamos potenciar el aprendizaje colaborativo para promover la interrelación positiva y la diversidad de capacidades.
El aprendizaje colaborativo o cooperativo ha sido uno de los temas más estudiados de la educación en los últimos años. Sin embargo, tiene sus orígenes en Vygotsky, quien como precursor del constructivismo, sentó las bases de la educación afirmando que el conocimiento es un proceso de interacción entre el sujeto y el medio (social y cultural).
Se ha ido comprobando, a través de la experiencia, que este tipo de metodología, que utiliza principios de la dinámica de grupos y se nutre del desarrollo de habilidades sociales, es una herramienta que mejora el proceso de enseñanza-aprendizaje de todos/as los/as actores que intervienen en el proceso de formación.
Así, se introducen cambios en: la figura del docente expositor para convertirlo en un docente facilitador y, en consecuencia, la pérdida de esa figura central, genera un cambio en la organización del espacio de clases en cuanto a la disposición de los bancos, por ejemplo, con el objetivo de lograr grupos de pares diversos y heterogéneos, que permitan construir el trabajo en equipo y la relación cara a cara entre sus miembros, ya no de manera unidireccional hacia esa “autoridad de conocimiento”, sino promoviendo la interrelación positiva y la diversidad de capacidades y culturas.
Por otro lado, los materiales de trabajo (formato papel y audiovisuales) deben estar armados para representar guías de estudio autónomo con las que el/la estudiante pueda participar en su grupo de pares respetando sus propios tiempos de aprendizaje.
Entender que la educación no es “transmitir contenido”, sino lograr que las personas desarrollen saberes, es comprender, también, la complejidad que implica este universo que debe trabajarse de manera interdisciplinar para que el impacto sea real en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
La evolución de la tecnología, las herramientas digitales puestas al servicio de la educación y las nuevas generaciones de aquí derivadas, han impactado de manera profunda en el modo de concebir la educación, desde la práctica de la enseñanza hasta el soporte y la metodología.
¿Cómo aplicar aprendizaje colaborativo en el aula?
Queremos compartir contigo 10 consejos fundamentales para que puedas aplicar estrategias de aprendizaje colaborativo en el aula:
- Dispone de un espacio físico que facilite el trabajo en grupos y ordena el mobiliario con este fin.
- Elabora guías de trabajo que tengan objetivos claros que le permitan al grupo organizarse, controlar su tiempo y seguir un procedimiento
- Elige a un líder de equipo o permite que el grupo lo elija.
- Preséntate como docente facilitador, es decir, mediador entre los estudiantes y el conocimiento.
- Fomenta la asistencia entre pares durante el trabajo y la interrelación de los subgrupos en pos de la mejora de los resultados, lo más probable es que, al principio, recurran siempre a ti para evacuar dudas: enséñales a ayudarse entre ellos.
- Establece un tiempo para cada momento del proceso.
- Utiliza tecnologías digitales que permitan el aprendizaje colaborativo y fomenten la comunicación, interacción y el intercambio de ideas.
- Fomenta la creatividad en los alumnos y sugiere herramientas para que ellos mismos compartan su experiencia y proceso de aprendizaje con sus compañeros.
- Mezcla los integrantes de los grupos en cada actividad para fomentar las relaciones sociales y la cooperación educativa/formativa.
- Promueve siempre la comunicación, el respeto y permite la expresión de ideas y opiniones con respeto y diálogo.
Comprometerse con la educación es entender que estudiar no es leer; que la obligación del sistema educativo no es garantizar el ingreso, sino la permanencia; que educar no es transmitir conocimiento, sino transformar, cabezas, sueños, deseos…vidas.