Progreso de Lección
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Cuando hablamos de integración de las tecnologías digitales en la educación, nos referimos al nivel de apropiación. ¿Cómo integrar lo digital a mis clases? ¿Estoy aprovechando su potencial? ¿Qué competencias docentes y qué competencias entre los estudiantes estoy potenciando? ¿Estoy haciendo lo mismo en mi clase, si es que no estuviera usando las tecnologías digitales?

El educador Puentedura desarrolló el modelo SAMR para poder entender qué tanto los docentes están integrando las tecnologías digitales en el aula. En esta matriz describe cuatro etapas progresivas de integración de las tecnologías a la educación:

Sustitución:

La primera fase del modelo SAMR tiene que ver con el uso de las tecnologías digitales, pero como si estas fueran tecnologías analógicas. Por ejemplo, en vez de que el profesor se comunique con sus alumnos de forma presencial en el aula, lo haga a través del correo electrónico, videollamada de zoom o un grupo de whatsapp. 

Otro ejemplo es solicitarle a los estudiantes que escriban sus ensayos en algún procesador de textos (Word) y no con lápiz y papel. Es una fase introductoria, para todo aquel docente que se aproxima por primera vez a las tecnologías digitales, pero que las usa como si estas fueran una tecnología analógica. La tecnología digital sustituye a la analógica, mientras que la actividad pedagógica se mantiene.

Amplificación:

La segunda fase del modelo SAMR tiene que ver con adiciones al uso por sustitución. Por ejemplo, ya el profesor no solamente pide que los alumnos redacten sus trabajos en algún procesador de texto sino que, además, inserten imágenes, artículos y videos que encuentren a través de los motores de búsqueda de internet (Google, BING, Youtube, Ecosia). Lo que está ocurriendo allí en términos de integración de las tecnologías digitales en el aula, es que al proceso de creación lo amplifico con un elemento nuevo, algo que no estaba previsto en la sustitución. Y, claro, algo que no podría hacerse con las tecnologías analógicas, en tanto estoy combinando elementos cualitativamente distintos (texto, imágenes, enlaces de artículos, videos).

Modificación:

La tercera fase del modelo SAMR implica crear nuevos tipos de dinámicas de enseñanza y aprendizaje con el uso de tecnologías digitales. Por ejemplo, el uso de herramientas colaborativas como Google Drive, Prezi o Dropbox. Tanto en las fases de sustitución como amplificación, las actividades son las mismas (o casi) que haríamos casi con tecnologías analógicas. 

Con la modificación, hay un cambio sustantivo ya a nivel de diseño de las actividades de enseñanza y aprendizaje. En ese sentido, es que las actividades se modifican desde el diseño. Puede ser el uso de herramientas para trabajo colaborativo en tiempo real pero con alumnos no necesariamente ubicados en el mismo espacio físico. Allí, el diseño de la sesión va a la par del uso de las tecnologías digitales, creando una dinámica distinta.

Redefinición:

La cuarta fase del modelo SAMR es quizá la más compleja de entender. Lo que se plantea aquí es que estamos inventando nuevos tipos de sesiones de enseñanza y aprendizaje, muy difícil de realizar sin el uso de tecnologías digitales. Es por ello que hablamos de una redefinición, de una acción innovadora. Siguiendo el ejemplo anterior, es por ejemplo la posibilidad de crear en el aula un conjunto de materiales multimedia, de modo colaborativo y descentralizado, usando distintos tipos de recursos, de diferentes cualidades (video, datos, audio, texto, etc.) y que pueda ser distribuido a través de redes para ser a su vez comentado y aumentado por otras personas.

A modo de conclusión de la matriz SAMR, considera que este modelo te ayudará a utilizar la tecnología para fortalecer la relación con los estudiantes. Recuerda que el objetivo no es utilizar la herramienta más sofisticada, sino encontrar la adecuada para llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje.