Lección 1, Tema 1
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Tema 3: Cómo crear una propuesta de valor para tu curso

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Una vez que has identificado los elementos que te diferencian del resto de los educadores y que los has organizado respetando los pilares que hemos mencionado, ha llegado el momento de redactar tu propuesta de valor. Si bien existen muchas formas de hacerlo, aquí te compartimos una modalidad estándar que sirve para la mayoría de los casos.

  • Titular: Corto y conciso. Una frase que sintetice, de manera poderosa y atractiva, que tiene para ofrecer tu academia. Esta frase va a ser el gancho que invite a tu público a leer el resto de la propuesta, por lo tanto, es importante que interpele directamente a tus futuros estudiantes. El titular puede, como máximo, estar compuesto de dos frases.
  • Desarrollo: Un párrafo que explica con mayor detalle en qué consisten tus cursos y cómo pueden cambiarles la vida a tus estudiantes. Es importante recordar la importancia del tono en esta sección de la propuesta de valor. La redacción debe transmitir los beneficios en un tono que sea atractivo, seductor y empático con tus posibles estudiantes.
  • Bullet Points: Este es un excelente recurso para remarcar y resaltar los beneficios más atractivos de tus cursos o el diferencial de tu servicio. Muchas personas saltarán directamente a esta parte de la propuesta de valor, por eso es importante que cada bullet point sea conciso, fácil de entender y brinde información importante.
  • Imágenes y diseño: En el mundo digital, reina lo audiovisual, por lo cual el diseño de tu propuesta de valor es muy importante. Como mínimo deberías sumar algún elemento visual que acompañe la propuesta, idealmente debes usar alguna imagen con la que tu público se pueda identificar y se sienta representado. También puedes jugar con el formato y filmar un pequeño video a modo de propuesta de valor. Esto es muy útil para llevar a otros puntos de contacto como las redes sociales.

Una fórmula muy eficaz para enunciar tu propuesta de valor de contestar las siguientes cuatro preguntas:

  • ¿Qué haces? Responde a quién eres y por qué te dedicas a la educación. Es una gran oportunidad para demostrar tu estilo de enseñanza e historia personal.
  • ¿A quién? Se refiere a tu cliente ideal, ese estudiante al que estás convencido de que tu curso le puede cambiar la vida. Tenlo presente a lo largo de toda la propuesta de valor.
  • ¿Cómo? Refiere a la solución que ofreces en forma de curso, qué ventaja competitiva ofreces.
  • ¿Para qué? Hace referencia a los beneficios puntuales, cómo puede cambiar la vida. Intenta presentarlo de manera motivadora, plasmando los cambios en la vida real que puede traer tu curso.

Una vez que has redactado y diseñado tu propuesta de valor, es muy importante que la incorpores en tu día a día. Es el principal argumento y herramienta de venta que vas a tener. Ya sea en los copies de tus posteos en redes sociales o en webinars de venta, la propuesta de valor siempre debe estar presente.